Hasta ahora, el SÍ gana a nivel nacional (excepto en las preguntas 4 y 9), pero pierde en varias provincias. Hay provincias en las que el SÍ gana en unas y el
NO en otras, varios empates técnicos, e
inconsistencias que aún
impiden saber qué mismo pasó.
La aprobación al SÍ fue cayendo tanto, que si la campaña hubiera durado una semana más, seguramente el NO habría triunfado en algunas preguntas, y ahí es donde empieza el debate para algunos:
¿Qué hubiera pasado si Correa no recorría el país como sujeto político inaugurando obras y ofreciendo más obras? ¿No es acaso por eso que tuvo la alta votación?
¿Qué hubiera pasado si los twiteros ecuatorianos, en vez de decir "voten NO porque #odioacorrea", hubieran buscado argumentos y se hubieran dedicado a convencer a los demás con algo más que el mero odio?
¿Qué hubiera pasado si Abdalá Bucaram se hubiera juntado con los asambleístas, concejales y alcaldes del PRE para hacer campaña por el NO en sus respectivas jurisdicciones?
¿Qué hubiera pasado si Nebot no se sacaba la vuelta y hacía campaña como ciudadano en vez de hacer una declaración (y poco contundente)? Porque lo que dijo una vez, bien pudo decirlo cien veces.
¿Qué hubiera pasado si las bases de nebot hacían campaña, no como PSC o MG, sino como ciudadanos en vez de
aparecerse a la hora de contar los votos? A lo mejor el NO habría tenido más votación, y no habría ganado solamente en los recintos pelucones.
¿Qué hubiera pasado si la oposición, en vez de quejarse por el uso de fondos públicos por parte de Correa, se hubieran dedicado a demostrar que su tesis era la correcta?
¿Qué hubiera pasado si el
CNE hubiera impedido tantas entrevistas a Correa en los medios públicos e incautados y hasta en programas como "Granados en piyama"?
¿Qué hubiera pasado si la gente de la "prensa independiente", que trataron de ser actores políticos, hubieran dado el mismo tipo de entrevistas a gente que esté por el NO, pero con argumentos que permitieran a la ciudadanía definirse?
¿Qué hubiera pasado si la oposición tuviera figuras que inspiren confianza, y no representen un retroceso a lo que ya vivimos antes? Solo a Lucio Gutiérrez se le ocurriría acusar a Correa de querer tomarse la justicia, cuando a él lo barajaron por lo de la pichicorte.
A los analistas del NO sólo les falta preguntar ¿qué hubiera pasado si la abuelita de Correa hubiera sido virgen?
Pero no se trata ya de eso, aunque sin duda, algunas de esas preguntas deberían servir para darle al presidente y a algunos dirigentes de PAÍS un baño de humildad. Aunque lo parezca, no se trata de, como dijo Leonardo Vicuña, darle contra el piso a la oposición en Azuay (omitiendo el detalle de que el presidente visitó los cantones azuayos durante el cierre de campaña para evitar esa derrota), una "
victoria de 10 a 0". O sí lo es, pero si recordamos que la intención era medir la popularidad del presidente, habría que aceptar que es más bien una derrota de 10 a 0, ya que en ninguna pregunta se gana con más del 50%, ergo, más de la mitad del país no creyó en la propuesta de Correa, y por un punto de diferencia (o incluso menos), es cuanto menos injusto imponer cambios que afectan a una mayoría que no los aprobó.
La vaca debe recordar la época en que fue ternera. Cuando éramos minoría, exigíamos que se respetara el criterio de las minorías, y ese
triunfalismo prepotente de algunos debe cambiar. Hay que aceptar con humildad la victoria y tomar en cuenta la opinión de esa amplia minoría que no confió en la propuesta del presidente de meterle las manos a la justicia.
Eso solo se logra con transparencia. Permitiendo que los integrantes del CJ provisional, y quienes los nominen, sean personas íntegras e independientes. Permitiendo que aquellos que se opusieron a la propuesta de tomarse las cortes puedan ser veedores. Garantizando un proceso justo, de méritos y oposición, que garantice un sistema de justicia honesto e independiente. Aceptando las sugerencias de los demás a la hora de implementar los cambios impuestos por la #consultaec.
Para eso, es necesario que la oposición ponga como veedores a personas íntegras, que no tengan rabo de paja. No necesariamente de sus propias filas. En lo personal, me sentiría más seguro si en el proceso están ciudadanos como Alberto Acosta, Fernando Vega, Gustavo Darquea, María Paula Romo, u otros ciudadanos que generen confianza.
Pero la veo difícil. Tomando en cuenta el estilo de manejo político por parte de Doris Solís, lo más probable es que todo sea por imposición. Atrás quedaron los tiempos en que Ricardo Patiño llegaba a acuerdos en base al diálogo y al consenso.
Por ese mismo motivo, parece imposible un acuerdo revolucionario que permita el retorno de la gente de Montecristi Vive, Ruptura de los 25 y otros grupos o individuos que se abrieron de la Revolución Ciudadana en un acto de coherencia con sus ideales. Difícil será revolucionar la revolución desde adentro ahora que hay tanto infiltrado de la derecha en el Gobierno y en PAIS.
En los nuevos grupos que surjan, debe haber una opción que mantenga el péndulo en el lado izquierdo, garantizando la participación ciudadana, la independencia de poderes, el respaldo a las clases menos favorecidas, la recuperación del Estado y una verdadera lucha contra la corrupción. Lo que veo muy difícil es que desde la derecha pueda surgir una alternativa ideológica y programática, o figuras con una credibilidad mínima como para tumbar el proceso de Revolución Ciudadana.
Por cierto, algo que ya debe terminarse es esta democracia plebiscitaria sin un proceso previo de debate. Ni siquiera debería considerarse legítimo un proceso de consulta en el que la mayoría de los ecuatorianos no leyó los anexos, no tenía claras las preguntas, no tuvo un proceso de análisis y debate de las propuestas, y sobre todo, no superó con a la mitad más uno a quienes pensaban diferente. El resultado será legal, pero no legítimo, entonces solo cabe radicalizar la Revolución Ciudadana, pero ya no mediante la imposición, sino mediante el diálogo.
En cuanto a las bases de PAIS, deberían ahora sí, iniciar un proceso de fortalecimiento, formación y participación que permita empoderarse del proceso de Revolución Ciudadana para que no los tengan solamente para hacer barridos y pegar propaganda. No deberían aceptar otra consulta si no hubo previamente un proceso de debate de los temas a proponerse. No puede ser que el presidente incluya preguntas surgidas de fuera de PAIS, y no se haya tomado la molestia de preguntar a las bases si querían proponer al menos un tema para la consulta. A la Revolución Ciudadana aún le falta desarrollar ciudadanía.
Y lo más importante, si el presidente insiste en preguntar directamente al pueblo, quienes tengan propuestas deberían prepararse para una próxima consulta. Se me ocurren varios temas en los que ya debería iniciarse el debate, pero en serio:
- Despenalizar el aborto
- Despenalizar el uso de marihuana para fines de investigación y medicinales.
- Eliminar la figura del desacato para que termine la excusa de la majestad presidencial.
- Juzgar como adultos a adolescentes que violen y maten a sangre fría.
- No otorgar automáticamente la nacionalidad ecuatoriana a hijos de ecuatorianos nacidos en el exterior.
- Voto facultativo
- Prohibir la minería en gran escala, a cielo abierto, al menos donde haya pueblos y nacinoalidades que pudieran ser afectadas, bosques protectores, o reservas naturales
- Prohibir las prospecciones petroleras en Yasuní
- prohibir la TORTURA de animales en espectáculos públicos (para ahora sí respetar íntegramente los derechos de la naturaleza de la que ni los antitaurinos hablaron durante la campaña)
- Que se defina la situación de los medios públicos para que tengan su presupuesto sin depender del Gobierno.
- Despenalizar a empresarios que no afilien al IESS a sus empleados para que paguen multas y puedan mantener la empresa funcionando.
Y que conste que no estoy, necesariamente, a favor de ninguna de esas propuestas. Hay que debatir esos temas.