Publicado en revista Gestión #215
Hasta hace poco, millones de usuarios en todo el mundo podían ver miles de series y películas en internet gratis y fácil. Resultaba simple ingresar a webs como Cuevana.com, SeriesYonkis.com, Seriespepito.com y otras que se enlazaban con el contenido de Megaupload.com y megavideo.com, sitios que permitían el intercambio de archivos alojados en sus servidores y streaming de películas, series y videos.
Pero en enero, el Departamento de Estado de Estados Unidos, el FBI y las autoridades de varios países, clausuraron las webs que alojaban miles de películas y series, cerraron 18 dominios vinculados e incautaron decenas de millones de dólares. Acusaron de conspiración, crimen organizado, infracciones masivas de derechos de autor, blanqueo de dinero y violación de la propiedad intelectual, y pidieron la extradición de su dueño Kim Dotcom y colaboradores.
Muchos usuarios protestaron en redes sociales. Unos argumentaban que la medida afectaba su derecho a la información. Otros, que se les impedía el acceso a la cultura. Hay alternativas que aún están vigentes, pero se espera que corran la misma suerte: Rapidshare.com, Mediafire.com y Fileserve.com ofrecen almacenamiento gratuito, mientras que Videobb.com y Videozer.com son algunas de las opciones de streaming.
Como la industria cinematográfica insiste en convertir la cultura en mercancía, y las leyes han impedido la distribución no autorizada, los cinéfilos con recursos tendrán que recurrir a las tiendas pirata o pagar por el contenido en servicios como Netflix.com o Itunes mientras esperan que otros sitios como Hulu.com lleguen a Ecuador, o que Youbube.com incremente su catálogo de películas gratuitas.
Netflix.com permite ver películas y programas de televisión ilimitados por $7,99 mensuales en smartphones, tablets, smart tvs, consolas de videojuegos, computadoras, etc. El quiteño José Miguel Parrella, especialista en seguridad informática, está satisfecho con el servicio, pero al igual que la mayoría de los usuarios, considera que la oferta de contenido es limitada. “La ventaja de las películas online es la comodidad. Es como pedir a domicilio: sabes que es más caro y tienes menos opciones, pero es más cómodo. No necesitas un plan. Solo consumes el contenido cuando lo quieres”, afirma.
En el hogar, los Smart TV (televisores con capacidad para integrar contenidos de internet) empiezan a ganar mercado. Sony, Panasonic, LG y Samsung ofrecen Smart TV y dispositivos para convertir televisores en Smart TV. Walter Zumba, Product Manager A&V Samsung Electronics Ecuador, comenta que en el último trimestre del 2011 tuvieron un repunte en la demanda de Smart TV. “Algunos almacenes se quedaron sin stock a mediados de Diciembre por la alta rotación del producto, después de las redes sociales y Youtube, la aplicación más descargada, es Netflix”.
Además de ser compatible con Netflix.com, Mac permite almacenar en la nube las películas y series compradas en iTunes, su propia tienda en línea para adquirir aplicaciones, música, películas, videos y series. La ventaja es que el usuario puede verlos desde cualquier dispositivo de esa marca, lo que permite una mayor movilidad. Los precios de los estrenos pueden llegar a los $10, y al menos en el corto plazo, es difícil esperar que bajen a niveles más accesibles para la realidad local. Sin embargo, eso no ha impedido que cuenten con una legión de fanáticos de la marca.
La industria del cine está rayando la cancha y no quiere dar ventajas. Quienes puedan, tendrán acceso a películas que no llegan aún, ni llegarán, a nuestros cines de Mall o que ya no están en cartelera. Quienes no tengan la plataforma o el dinero para acceder a este recurso, tendrán que ir al video pirata mientras puedan, o esperar a que les cuenten de qué se trataba la película.
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