lunes, abril 07, 2008

de cómo salvé el mundo en mi adolescencia


tenía unos catorce años, y me aprestaba a devolver "el retrato de dorian gray" a mi profesor de filosofía (así es, de vez en cuando se me pegaba lo nerd), pero al abrir la puerta de mi casa encontré a una, de unos 30 años. Usaba un uniforme negro cuyo aspecto no recuerdo porque, como ya mencioné hace poco, padecía de arranques de nerdura, y no me fijaba en esos detalles

Me comunicó que venía del futuro, que en un momento de mi vida, había yo tomado la decisión de estudiar física de partículas, y una serie de estupideces que aún hoy se consideran inútiles, pero que por una jugarreta del destino, había terminado como encargado de unos experimentos en el cern.


por alguna razón que nadie en el futuro se había podido explicar, me las había arreglado para realizar experimentos secretos en un colisionador de hadrones, y por azar había logrado crear un agujero negro en la frontera franco-suiza.

después de quitarme el nobel, la comunidad científica del futuro me prohibió el contacto con cualquier cosa que implique tecnología, y hasta el día en que enviaron a la mensajera (buena) al pasado, aún no decidían qué terrible tormento antecedería a mi muerte.

Recordé todo esto ayer mientras leía el new york times. Es curioso: hasta ese momento, lo único que recordaba vagamente era a la mensajera (buena), y el hecho de que por ninguna razón debía siquiera considerar la posibilidad de estudiar física teórica ni nada que se le pareciera.

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