Volteé para volver a ver las olas romper contra el arrecife al que casi me lleva un mal
viento. Allí estaban: desnudas, hermosas. Oteando el horizonte. Dudando aún entre cantar o volver a su escondite.
¿Será que Circe les advirtió sobre mí después de echarme de su casa por holgazán?
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