La jornada en Babahoyo fue ardua, y recién cuando había regresado ya, aparece hannagab avisando que es nativa de esos lares, y que sus primas, que son famosas por sus cejotas y por sus patotas, pudieron haber asistido al B&B&B.
Como puede verse en la foto superior, uno de los capacitadores fue Gilmar Gutiérrez, quien recalcó que había votado no a la nueva constitución, como si nadie se lo hubiera imaginado.
Di otra charla magistral sobre tácticas terroristas y guerrillas en sectores urbano marginales. Como era de esperarse, el proyecto del terruñito finalmente fue adoptado por los otros cantones de la provincia para darle seguimiento. Es divertido cuentear a gente de todo el litoral y provincias vecinas, pero a cada rato me acordaba de que yo, sin la blanqui, no soy nada.
Todo lo que veía me recordaba a ella, y nomás por eso, hasta me quedé ruco en el karaoke poco después de llegar.
La noche de la integración cultural (léase orgitropichupifarra), Juanpi llegó de paracaidista, y no había suficientes asientos disponibles, así que las bartenders me barajaron. Al despertar, me encontré en algún lugar de Babahoyo con una botella vacía en la mano para atemorizar a los transeúntes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario