La formación de los miembros de la Comisión de Tránsito del Guayas en todo su esplendor
(en youtube, el video sale con una resolución menor, pero lo pueden pedir a mi mail)
Volvía del terruñito en la Cooperativa 16 de junio a eso de las 09:00 (aproximadamente), y de pronto, un par de vigilantes detuvieron nuestro vehículo debido a un operativo.
En vista de que se demoraban en citar al chofer, los pasajeros nos bajamos a ver qué mismo es que pasaba. Una señora empezó a increpar a los vigilantes, ya que al igual que los demás, tenía prisa por llegar al trabajo, entonces, uno de ellos empezó a gritarle de forma irrespetuosa, sin considerar que se trataba de una dama.
Un joven reclamó por la actitud fuera de lugar del vigilante, pero eso empeoró las cosas. El vigilante hasta lo persiguió a gritos mientras lo provocaba.
Otro vigilante que estaba en la patrulla, al percatarse de que yo estaba filmando, de forma por lo demás prepotente trató de evitar mi actividad, e incluso habló de llevarse el carro al canchón y de quitarme la cámara (juas).
Sospecho que el pobre chofer pagó los platos rotos. No me sorprendería si en vez de recibir $5 de coima, hayan terminado acusándolo de todas las infracciones posibles.
No me importa si el chofer cometió alguna infracción, ese no es el punto. Lo vergonzoso es la forma en que le faltó el respeto a la señora y al joven, y luego la forma prepotente en que trataron de evitar que yo filmara.
Yo ya me estaba dirigiendo al patrullero para grabar al vigilante alevoso, pero me pidieron que deje las cosas así, para no complicarle la vida al chofer.
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