La pasada sesión de la Constituyente puso una vez más en evidencia las verdaderas intenciones de la partidocracia. Con la consigna de “pónganme a mí porque soy manaba”, volvieron al bochinche (esta vez, por 9 horas) con que nos tienen acostumbrados los llorones que se quejan porque son minoría, pero se las han arreglado para boicotear el trabajo por el que tanto billete gastaron pidiendo el voto.
Si el dictócrata está haciendo campaña por el NO, ¿qué hacen los del Partido SoPa en Montecristi? Lo de siempre: inflar globitos, escribir cartelitos para regocijo de los medios de comunicación, golpear mesas, y hablablar de cualquier tema irrelevante en vez de ir a lo trascendente.
El Asambleísta que más ha hablado en el pleno llegó al folklórico extremo de ponerse un esparadrapo en la boca, como si no fuera suficiente todo el desperdicio de tiempo en el que se pasaba de desmayo en desmayo, renuncia con piola en renuncia con piola y de histrionismo en histrionismo.
Cordero entró como Alcalde de minoría cuando presidió el Concejo Municipal de Cuenca, pero se las arregló para lograr cambios fundamentales en la provincia austral, a estas alturas es “cuco viejo” en el manejo de sesiones. El ritmo de aprobación de leyes ha mejorado, y se supone que los asambleístas han revisado todos los artículos aprobados por las mesas en primera y segunda instancia, lo que permitirá debatir solamente en temas específicos en vez de perder el tiempo con tonterías, como cuando le dedicaron tanto a lo del escudo.
Ahora resulta que querían dos meses más, pero si Correa hubiera pedido que la Asamblea se tome el tiempo por el que ahorita están llorando, seguramente habrían salido rasgándose las vestiduras por el respeto al artículo 2 del reglamento.
En cuanto al artículo 9 del estatuto, éste se refiere a la elección al momento de instalación Aquí había un vacío, ya que no se había tomado en cuenta el procedimiento en caso de renuncia del Presidente de la Asamblea, pero la Asamblea puede tomar decisiones en los casos no contemplados en el reglamento. Si PAÍS hubiera querido aplicar el artículo 9, las cosas habrían quedado igual, excepto por un detalle: los Asambleístas de la partidocracia habrían tenido que buscar otra excusa para quemar tiempo.
Viteri quedó en evidencia al día siguiente en una entrevista para la televisión. Aceptó que su postulación para la vicepresidencia había sido para “demostrar” que se estaba violando el estatuto. No quería ser Vicepresidente, sabía que no podía. La consigna era quemar tiempo una vez más.
Cuando el periodista (creo que el jortiz, de teleamazonas), le dijo que “los eligieron para dar guerra hasta el final”, Viteri respondió “totalmente de acuerdo”
¿No que los habían elegido para hacer una Constitución y cambiar el marco institucional del Estado?
o al menos para hacer una oposición inteligente.
Si el dictócrata está haciendo campaña por el NO, ¿qué hacen los del Partido SoPa en Montecristi? Lo de siempre: inflar globitos, escribir cartelitos para regocijo de los medios de comunicación, golpear mesas, y hablablar de cualquier tema irrelevante en vez de ir a lo trascendente.
El Asambleísta que más ha hablado en el pleno llegó al folklórico extremo de ponerse un esparadrapo en la boca, como si no fuera suficiente todo el desperdicio de tiempo en el que se pasaba de desmayo en desmayo, renuncia con piola en renuncia con piola y de histrionismo en histrionismo.
Cordero entró como Alcalde de minoría cuando presidió el Concejo Municipal de Cuenca, pero se las arregló para lograr cambios fundamentales en la provincia austral, a estas alturas es “cuco viejo” en el manejo de sesiones. El ritmo de aprobación de leyes ha mejorado, y se supone que los asambleístas han revisado todos los artículos aprobados por las mesas en primera y segunda instancia, lo que permitirá debatir solamente en temas específicos en vez de perder el tiempo con tonterías, como cuando le dedicaron tanto a lo del escudo.
Ahora resulta que querían dos meses más, pero si Correa hubiera pedido que la Asamblea se tome el tiempo por el que ahorita están llorando, seguramente habrían salido rasgándose las vestiduras por el respeto al artículo 2 del reglamento.
En cuanto al artículo 9 del estatuto, éste se refiere a la elección al momento de instalación Aquí había un vacío, ya que no se había tomado en cuenta el procedimiento en caso de renuncia del Presidente de la Asamblea, pero la Asamblea puede tomar decisiones en los casos no contemplados en el reglamento. Si PAÍS hubiera querido aplicar el artículo 9, las cosas habrían quedado igual, excepto por un detalle: los Asambleístas de la partidocracia habrían tenido que buscar otra excusa para quemar tiempo.
Viteri quedó en evidencia al día siguiente en una entrevista para la televisión. Aceptó que su postulación para la vicepresidencia había sido para “demostrar” que se estaba violando el estatuto. No quería ser Vicepresidente, sabía que no podía. La consigna era quemar tiempo una vez más.
Cuando el periodista (creo que el jortiz, de teleamazonas), le dijo que “los eligieron para dar guerra hasta el final”, Viteri respondió “totalmente de acuerdo”
¿No que los habían elegido para hacer una Constitución y cambiar el marco institucional del Estado?
o al menos para hacer una oposición inteligente.
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