viernes, febrero 25, 2011

editorial canino de El Universo

En negrillas, uno de los editoriales más caninos publicados por el Diario el Universo

Los guayaquileños nos sentimos orgullosos del proceso de regeneración de la ciudad.


Se toman el nombre de los guayaquileños para decir que están orgullosos de las 20 cuadras regeneradas, ese monumento a la inequidad. Hace poco, alguien me contaba que "comía mierda" al ver una de las primeras etapas de regeneración urbana en el Centenario (sector donde reside el Alcalde), y el desastre que era el Barrio Cuba (que a decir verdad, ya no está tan terrible como antes. Está mucho mejor que la gran mayoría de sectores de Guayaquil).

Recordamos todavía cuando la urbe comenzó a salir de la semibarbarie en que se hallaba.
Luego de casi tres décadas, siguen con el cuco de que todo tiempo pasado fue peor (como si nadie se acordara de los abusos cuando Nebot era Gobernador). Y que todo tiempo futuro, sin ellos, igualmente será peor. Como si no siguiera arrastrando muchos de los problemas que ya había cuando llegaron.

El primer paso valiente lo dio su principal institución, el Cabildo, cuando se ordenó internamente y supo transmitir ese ejemplo a los ciudadanos.
Lo que hicieron fue privatizar los servicios y hasta los espacios públicos para que resulten carísimos, y aún así, todavía hay sectores que carecen de ellos mientras otros se benefician. Mientras media ciudad sigue como antes, el alcalde gasta centenares de miles de dólares en regenerar Lomas de urdesa.
Mientras la gente de bastión hacía un puente con sus propias manos para no caminar en el lodo, el alcalde gastaba centenares de miles de dólares en regenerar el puente faraónico de Urdesa.

El lema Más Ciudad condensó ese proyecto que continúa, enfrentando el odio del actual Gobierno, que le ha puesto a Guayaquil toda clase de trabas y ha pretendido llevarla a la quiebra.
Hablan del odio del actual Gobierno como para que no les vuelvan a decir imparciales. Dicen que el Gobierno ha pretendido llevar a Guayaquil a la quiebra, y me pregunto cuáles serán sus argumentos y evidencias para sostener esta gravísima acusación.

Bestias salvajes

Nos sentimos orgullosos también de que esta haya sido una de las plazas fuertes, en los últimos cuatro años, contra el atropello a las instituciones. Es que aquí, gracias a la autoestima de los ciudadanos, se había comenzado ya a superar viejas prácticas.
Gracias a esa visión elitista que hace de la inequidad un mal necesario, cada navidad los guayaquileños observan impávidos las agresiones contra comerciantes informales. Ya nadie se sorprende ante la cantidad de presuntos delincuentes liberados por los jueces, y que permiten que el crimen y la violencia se mantengan en esta provincia.

Contra los corruptos no se pelea a trompones, ni con gritos, ni con insultos. La putrefacción en los tribunales no se va a arreglar con supuestas justicias “populares” (o “indígenas”, que es lo mismo), ni metiéndole la mano, ni golpeando en los escritorios.
La cereza del pastel: insinúan que el juez al que Nebot agredió es un corrupto. Ya no hay presunción de inocencia, el mayor diario nacional habla de corruptos y putrefacción. Lo dicen, pero sin dar nombres, y con eso pretenden aliviar ese inaceptable acto de violencia.
De paso hacen gala de su racismo al hablar de la justicia indígena, con la que posiblemente pretenderán justificar las agresiones de los garroteros contra jueces que no se allanen a los caprichos del burgomaestre.

No retrocedamos, no abandonemos esos principios. No pensemos siquiera en ser más selva sino Más Ciudad que nunca.
¿retrocedamos? ¿acaso es un avance generar toda esa inequidad? ¿En qué momento ha dejado Guayaquil de ser selva?

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