promocionesEn club Bellsouth saben quién soy
Con razón llamé 10 veces y no me quisieron atender. kike llamó y despejaron todas sus dudas al momento. Como yo quería saber por qué no habían asignado un solo punto a mi cuenta a pesar de que desde diciembre hasta ahora he ingresado 5 tarjetas, insistí dos veces más, pero siguieron ignorándome. Tonces se me ocurrió una ideota (en realidad fue idea de kike): pedirle a él llame desde mi celu (tenía la teoría que me estaban marginando porque uso un motorola c100 y el de kike es un mp3 player, no-se-qué modelo y marca). Cuando le contestaron a kike (inmediatamente), él me pasó el teléfono.
La operadora, con una voz que denotaba profunda resignación aceptó pararme bola. Tonces me explicó que en club Bellsouth saben quién soy, y habían estado marginándome pa ver si me retiraba por las buenas, pero como ya no pudieron, a partir del lunes iban a asignarme los puntos que me debían.
La nueva teoría es que me envidian porque soy bonito, no puede haber otra explicación lógica. En todo caso, no deja de preocuparme el hecho de que en club Bellsouth sepan quién soy. En momentos de paranoia, me preocupa que estén rastreando mis llamadas o conversaciones, incluso las que no son telefónicas. Ya tendré tiempo para desarmar el celu y buscar micrófonos extras o chips extraños, gps escondidos... o quién-sabe-qué.
Con ese eslógan, confesaron que están violando mi derecho a la privacidad. ¿O es puro eslógan: frases vacías para hacerme sentir importante?
(Esta parte fue auspiciada por allegrro)
gastronomía (los placeres de la carne)
Estuve a punto de caer en la tentaciónEn los últimos meses he sido vegetariano (de vez en cuando algo de pescado: viejas y bagres , pero nada más). Sin embargo, anoche fue una verdadera lucha evitar ir a la parrillada del ñato, o a un chifa que queda cerca para pedir un buen lomo fino, o buscar una hambrguesa, o unos tacos, etc.
Ese repentino momento de debilidad me recordó mis años mozos, en los que traté de ser vegetariano, pero llegué a freír los peces que teníamos en la pecera, culpando después al gato, o cuando llegué al extremo de hacer estofado de gato y culpé al perro chiguagueño, para después hornar al perro chiguagueño y culpar a la niñera (cuando la niñera empezó a sospechar que era la siguiente en mi escala alimenticia, se fue y nunca más regresó... al menos esa es mi versión de los hechos)
En fin, antes de llegar a la casa popstars, me compré un helado de crema, y en la tienda me tomé una pony malta. Pude llegar más tranquilo a casa, a prepararme un nutritivo sánduche de manjar con cola (cena de campeones)
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