Por Rafael Méndez Meneses
Revista La Otra, edición #3
¿Qué sabemos nosotros de los árabes? Que Qatar organizará el mundial en 2022, que los dueños de los equipos de fútbol regalan Rolex a los goleadores. Que Carlos Tenorio ha jugado en Arabia Saudita, Qatar y Emiratos Árabes y por allí jugaron también Walter Ayoví y el Diablito Lara. ¿Qué saben los árabes de nosotros? ¿Pensarán que todos somos negros talentosos de metro ochenta?
Sabemos que legalmente pueden apedrear a una mujer por ponerle los cachos al marido. Que las féminas usan ropa recatada, excepto cuando bailan como Shakira. A lo mejor ellos nos conciben como hombres que dan palo a la mujer por cualquier excusa, y mujeres que se visten como si quisieran ser legalmente apedreadas.
Crecimos escuchando las aventuras de Aladino y Alí Babá. Tal vez los árabes nunca lean nuestra poesía. Nos deleitamos con su shawarma y su falafel. Ellos no probarán nuestra fritada ni el mote con chicharrón. Para muchos de nosotros, son un país cuyo idioma es el Islam. Para ellos, tal vez somos una cultura demasiado lejana, que no enseñan a los niños en sus escuelas.
Ellos son jeques petroleros que regalan Lamborghinis y se alojan en hoteles de seis estrellas. Nosotros un país que tiene un poquito de petróleo, además de bananas y otros productos que ahora vamos a ofrecerles en oficinas comerciales recién abiertas.
El cine mainstream y las noticias que nos llegan, los pintan como fanáticos religiosos que en un momento se arrodillan a orar pronunciando frases ininteligibles, y en otro hacen estallar una bomba para asegurarse un lugar en el paraíso con 72 vírgenes a su disposición. Para los árabes quizás somos infieles productores de drogas, que adoran a un profeta más que al mismo Dios, a quien solo recuerdan para pedir favores. Somos la tierra colonizada por España, país que los árabes colonizaron durante siglos. Occidentales truchos, ni gringos ni europeos. Tal vez negros tucos y grandotes o gorditos patuchos y bigotones.
Para nosotros, los árabes son forajidos 2.0 que tumbaron a sus dictadores por las malas. Una ciudadanía que hizo su revolución para cambiar el estado de las cosas y avanzar. Para ellos, ¿seremos un país cuyos ciudadanos tumbaron presidentes desde las calles, con un apoyo más bien oportunista de la prensa veleta?
¿Sabrán los árabes que por acá un grupito de políticos y comunicadores quiere usar la Primavera Árabe como ejemplo para tumbar al presidente de Ecuador? Un presidente que a diferencia de los de allá, fue elegido y ratificado en las urnas, que cuenta con un respaldo mayoritario y decidido de ciudadanos que también han salido a las calles, pero a impedir las intenciones desestabilizadoras de los grupos minoritarios. Tal vez no lo sepan. Al Jazeera, conocida como la CNN del mundo árabe, poco explica sobre lo que realmente sucede en Ecuador.
Tal vez a los árabes no les importa nada de nosotros. Pero según comentan algunos, ahora somos para ellos un país, que a diferencia de Europa, poco o nada apoyó su causa primaveral.
1 comentario:
zzz zzz
Publicar un comentario