telebobeando
"trabajamos en lo que odiamos para comprar basura que no necesitamos"
Fight club (una de mis películas favoritas)
el regreso del masoquista
tropecé de nuevo con la misma piedra
He estado en verdaderos basureros (no, no me refiero a mi habitación).
He visto todo tipo de fluidos salir del cuerpo de la gente.
Hace un par de años abrí un termo de batido de menta (no contenía alcohol) que tenía mi hermana mayor desde su época escolar.
He estado a un par de metros de distancia del lucio (fue horrible, pero no me morí en el intento).
He visto a un grupo de chinos comerse algo que se movía, sesos de mono, y cosas así...
pero después de 15 minutos viendo esos enlatados, el de producción nacional, y el programa colombiano (qué bajo que cayeron los colombianos), no pude evitar irme de vómito.
premios 20 blogs
vamos al empate!!!
Este es el parte semanal de las votaciones en los premios 20Blogs
Resultados de tu blog: kevinhurlt/ Rafael Méndez Meneses
886º en la categoría Mejor Blog 2005 con 4 votos.
570º en la categoría Mejor blog personal con 4 votos.
114º en la categoría Mejor blog latinoamericano con 3 votos.
470º en la categoría Mejor blog inclasificable con 3 votos.
Los 10 blogs más votados para mejor Blog 2005 son:
Nombre Votos
El Sentido de la Vida 3425
Mundos de Nepomuk 1427
Pinkshines.com 1337
Diario de una MISS intelijente 1213
miBrujula.com 1195
ALT1040 1193
El Bastión de los Sueños 1115
La orgía perpetua 1094
Es la libertad de expresión, idiotas 1085
La Casa Giratoria 1007
Sospecho que será un tanto difícil empatar a los que van ganando, pero el que no espera vencer, ya está vencido (sí, cómo no).
Libertad de expresión
Jacobito y su poema
Mayo 15, 2005
Francisco Febres Cordero pajaro@eluniverso.com
¡Qué ternura! ¡Ya lloro! ¿Sí leyeron la cartita que escribió Jacobito al país? O sea, más que una cartita era una cartota, porque ocupa casi media página del periódico. ¡Qué esfuerzo que le debe haber costado! Porque a un niño como él, escribir tanto le debe agotar.
Más que una carta, como su autor mismo dice, es un poema. Pero, claro, como el poeta es un niño, todavía no sabe escribir bien, pues. Pero ya ha de ir mejorando, sobre todo en puntuación. Porque más que poner puntos y comas, los tira por ahí, donde caigan, lo cual revela que el niñito no tuvo buenos profesores. ¡Qué va a haber tenido, si, como lo hemos visto, en lugar de ir a clases se pasó instalado en el Congreso, hablando por celular con su papito y dando órdenes a los diputados para que cometan todas las arbitrariedades que cometieron! Y ahí los diputados le han de haber malformado porque, para qué también, son los peores maestros que pudo haber escogido Jacobito. Ellos le han de haber dicho que ponga punto. Y coma. ¡Y por eso es que se ha de haber engordado tanto el pobrecito!
De los puntos suspensivos tampoco sabe mucho que se diga. En lugar de los tres reglamentarios, pone una cantidad. Bueno, es que talvez él ha de creer que, mientras más pone, más suspenso crea.
Y sí crea mucho suspenso, francamente, porque en su largo poema convierte a su papacito en víctima, hasta el extremo que el lector se pregunta, ¿y qué habrá hecho el papacito, tan bueno, tan santo, tan altruista, para que haya tenido que salir a Panamá, fugado?
Pero ¡qué pena!, el poeta no entra en esos detalles, que seguramente le darán argumento para su segunda gran oda, con la que entrará a la historia de la literatura. Ahí nos contará cómo su papacito puede vivir tan cómodamente en Panamá sin nunca haber trabajado, cómo gasta la plata en los casinos y cómo sacó en costales la plata que mandó a cambiar en el Banco Central el último día de su gobierno. Y nos contará lo de la mochila escolar. Y todo mismo.
¡Qué lindo que ha de ser ese poema! Fu, mucho mejor que este que publicó, porque ha de comenzar cruda, descarnadamente, contando cómo el poeta, o sea el mismo Jacobito, administró las Aduanas en el gobierno de su santo padre y cómo festejó el primer millón de dólares que obtuvo después de un trabajo tan arduo, y todo ello cuando era muchísimo más niñito de lo niño que es ahora. Y también nos contará, con inspiradas metáforas, cómo hacía el poeta, o sea el mismo Jacobito, para destrozar las discotecas en las que entraba a divertirse y cómo salía con sus amiguitos de los hoteles, sin pagar la cuenta.
Aunque el poeta afirma que no quiere seguir compartiendo con los ecuatorianos los sufrimientos, en cambio sí quisiéramos que los ecuatorianos compartieran con su papacito algo, por lo menos algo, de las delicias de su exilio, su vida de jeque a costa de las magras pensiones de los jubilados, de la salud de los enfermos, de la comida de los presos, y que viniera a responder ante la justicia por los cargos que se le imputan y por los cuales huyó.
Pero bueno, como el niño poeta recién comienza a expresarse, sí ha de haber tiempo para que en sus sucesivos poemas nos siga poetizando sobre su vida. Y sus milagros. Ojalá.
Vesa nota, que ni me lean el alvarito o el ex dictador, o los de ?ovistar; no vaya a ser que sigan el ejemplo del abdalá y me quieran demandar a mí también. Lo bueno es que nadie lee este blog.
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